



¿Quién es Gabriela Echavarría?
"Siempre he sido un alma inquieta. De esas que necesita de un lápiz y un pedazo de papel para sacar de alguna forma todos los pensamientos que hierven en mi interior y que no me dejan en paz."
Gabriela Echavarría (Costa Rica, 1992). Estudió Administración de Empresas. Actualmente trabaja en una firma legal. En su tiempo libre escribe y participa en diversas actividades literarias.
Las letras han sido mis compañeras y mis más grandes aliadas.
De niña era incapaz de manifestar mis pensamientos en voz alta, fue entonces como aprendí que plasmarlos en mi diario personal era la mejor manera de reconciliarme con ellos.
De adolescente comencé a experimentar distintas maneras de escritura y fue así como terminé escribiendo un par de canciones de amor.
Canciones que terminaron guardadas en un cajón bajo siete candados.
Ya adulta comencé a interactuar en diversos grupos literarios en donde compartía mi pasión por la lectura.
Fue ahí donde conocí «El cuarto arcano», un libro de romance histórico que me enamoró con una trama cargada de romance, acción, erotismo, drama, suspenso; así como contenido histórico que alimentaba mi pasión por la investigación.
Tal fue mi enamoramiento que terminé escribiendo lo que se conoce como un fanfic, es decir, una historia alterna que daba continuidad a la vida de los personajes unos cuantos años después y que se enfocaba en otros creados por mi mente inagotable.
Después de terminar esa historia, me di cuenta que esos instantes en los que dejaba volar mi imaginación al ritmo de mis dedos frenéticos sobre el teclado, eran momentos mágicos y eran míos. La pasaba estupendo.
Así las cosas, escribí un par de novelas más. Sin embargo, nunca tuve deseos de publicarlas, al menos, no de manera formal.
Y bueno, muchas veces la vida pasa y te recuerda que eres un adulto y que debes ser funcional y ya sabes, hay que trabajar para vivir y buscar una vida que sea medianamente exitosa a opinión de la sociedad, y todo aquello sin perder ese magnetismo que te mantiene como una persona interesante ante los ojos críticos…
Y en fin… todas esas chorradas que te enseñan desde que eres chico. Y fue entonces como el tiempo hizo su trabajo y me ganó la partida. Hasta que coincidí con un grupo de mujeres con quienes retomé mi amor por la literatura y publiqué casi por accidente una antología de cuentos llamada Entropía Musical. Esa fue mi primera obra, la que me llevó al camino de la autopublicación y al de mi perdición.
A partir de ese momento me reencontré con aquella chiquilla inquieta que no tiene sosiego y que me pide escribir para ser feliz.
Amo esto, algunos sueñan con hacerse famosos y ganar mucho dinero, yo lo único que anhelo en la vida es tener una cabañita. Sería maravilloso que tuviera una ventana por donde entre aire fresco, entonces me detendría ahí por un tiempo sin término, ojalá con un buen jazz de fondo y una taza de café en mano que me permita escribir esas historias que me llenan el estómago de emoción.
Y bueno, si alguna de esas historias llega a gustar a alguien más, eso también me haría muy feliz.
Me encanta conversar, por lo que siempre respondo los mensajes.
Escríbeme, principalmente al correo electrónico, que es el medio que más utilizo para tertuliar, -así como suelen hacerlo aquellos románticos incurables que aún sacan el tiempo para leer y escribir-.